viernes, 7 de mayo de 2010

Conversación con Ernesto Sábato


"Mi generación es disímil -continúa el novelista- pero nos caracterizamos de alguna forma por haber otorgado al género novelístico un nivel de calidad, tanto en lo temático como en lo técnico. Pusimos fin al pintoresquismo y a la copia de modelos extranjeros que caracterizó a las anteriores generaciones.
-Milité en organizaciones estudiantiles de orientación anarquista.
-En París, durante el día trabajaba midiendo las radiaciones de actinio y de noche me encontraba con mis amigos surrealistas.
-Me fui con mi mujer y mi hijo a las montañas de Córdoba a terminar de escribir “Uno y el universo".
-He sufrido amenazas, me colocaron una bomba, y en 1987 mi hijo que era ministro de educación nos dijo por teléfono que tomáramos nuestros pasaportes y saliéramos de casa. Fue para la rebelión de Aldo Rico, un teniente coronel que se amotinó ese año.